Página 624 - Informe_Anual_2012

Versión de HTML Básico

Defensor del Menor de Andalucía. Informe Anual 2012
622
Finalmente, dentro de este grupo, relatamos la girada por una empleada de
un centro educativo, que no se quiso identificar, denunciando que dicho centro no
había querido iniciar el protocolo de actuación previsto para estas situaciones de
presuntos malos tratos pues a su entender no era una situación de posible sospecha
sino que el niño de vez en cuando aparecía con marcas físicas que lo delataban
sin género de dudas. Lo que más le dolía nos decía era que la madre del menor
presunta maltratadora acababa de llamar al colegio diciendo que su hijo había sido
hospitalizado pero como era un hospital privado entendía que no se iba hacer nada,
con lo que todo quedaba tapado.
Especialmente dolorosas son las consultas en las que los progenitores nos
manifiestan no saber qué hacer con sus hijos e hijas, adolescentes conflictivos, sobre
los que han perdido toda autoridad y desean saber que pueden hacer o a donde
acudir para intentar dar solución a una situación que les supera.
En el presente ejercicio, y como muchas de las personas que llaman no saben que
en esta Institución, hay un teléfono gratuito de atención a las personas menores,
hemos derivado las consultas sobre estos asuntos, a la atención especializada que se
presta desde este servicio.
En materia de educación, hemos de decir que los malos tratos a menores se
reiteran también en el ámbito escolar, siendo variadas las consultas relacionadas con
menores agresivos y que maltratan a sus compañeros en los centros educativos,
sorprendiéndonos que cada vez se plantean situaciones que afectan a menores con
edades muy tempranas y lo mismo se reciben por parte de los progenitores de los
presuntos acosadores como de los de las víctimas, no siendo infrecuente que se nos
diga que por parte del profesorado o de la dirección del centro no se había hecho
nada ni intervenido para atajarlas.
No obstante, también se denuncian situaciones de acoso o maltrato por parte
del profesorado hacia el alumnado y el desinterés de la inspección educativa para
solucionarlo. Así, en una de las consultas nos indicaban que el profesor ya tenía
de otros años denuncias al respecto o bien en otra que había venido rebotado de
otro centro educativo por el mismo problema y en la tercera de estas consultas que
llevaban cinco meses en espera de que se hiciera algo. Destacamos la efectuada por
un padre denunciando que la profesora de su hija la había maltratado en el aula pero
que
“ésta había grabado todo con su teléfono móvil”
de modo que habían podido
llevar el caso a los medios informativos, y la realizada por la madre de un menor de
5º que llevaba siendo castigado durante dos meses de cara a la pared y detrás de la
profesora, sin poder moverse de esta postura ya que en cuanto se giraba para ver al
resto de la clase se le ponía a realizar copiados.