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Defensor del Menor de Andalucía. Informe Anual 2012
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Por otro lado, no sería justo dejar de reconocer en este documento la labor
que están desarrollando las asociaciones de familiares que impulsan y desarrollan
actividades de promoción de la salud y el bienestar de sus asociados: crean grupos de
ayuda mutua para el intercambio de información y experiencias; realizan programas
de concienciación para reducir el estigma y para la generación de recursos públicos;
u organizan, en clara suplencia de los poderes públicos, actividades socioculturales y
ocupacionales, entre otras.
5.2.7. Especial referencia a Menores con trastornos de conducta.
Una obligada referencia en este estudio la ocupan los
menores con trastornos
de conducta
. Recordemos que esta Institución, en el año 2007, elaboró un
Informe Especial sobre este colectivo en el que quedó reflejada, de forma patente,
la incapacidad de la Administración para dar una respuesta a los menores con
trastornos de conducta, tanto en los procesos de detección y diagnostico, como en
los de tratamiento terapéutico.
En dicho Informe también denunciamos que no todos los menores con trastorno
de conducta reciben la misma asistencia en la Comunidad Autónoma Andaluza. Y ello,
porque para los menores que se encuentran tutelados por la Administración si se han
creado recursos específicos. La decisión de la entonces Consejería para la Igualdad y
Bienestar Social de crear centros de atención a menores con estas patologías surge
como consecuencia de la inexistencia de recursos adecuados para los mismos en el
sistema sanitario público, y esta decisión la valoramos muy positivamente porque ha
servido para ofrecer soluciones válidas y eficaces a los menores aquejados de estas
conductas que se encuentran bajo su tutela.
En este aspecto manteníamos, y seguimos haciéndolo, que no existen razones
que justifiquen que los menores tutelados con trastornos de conductas tengan un
trato distinto al que reciben el resto de los menores no tutelados que padecen el
mismo problema, en concreto, por lo que se refiere a la posibilidad de acceder a unos
recursos terapéuticos.
Pues bien, desde que elaboramos el Informe a finales del año 2007, nuestra
Institución ha venido desarrollando un conjunto de actuaciones dirigidas básicamente
a comprobar el grado de cumplimiento de las resoluciones que recogíamos en
el mencionado trabajo y su incidencia y evolución en la atención a menores con
trastornos de conducta.
Muy a nuestro pesar, las quejas que continuamos recibiendo llevan a concluir que
no se han producido significativos avances en la atención a menores con trastornos
de conducta y a sus familias, las cuales siguen compareciendo ante nosotros
relatándonos las dramáticas situaciones que afrontan a diario sin recibir una respuesta