Página 261 - Informe_Anual_2012

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5. CUESTIONES RELEVANTES
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asistenciales. En este sentido, parece oportuna la materialización del Proyecto
de Real Decreto por el que se crean nuevos títulos de especialista y se actualiza
el sistema formativo de determinadas especialidades en ciencias de la salud.
De acuerdo con su tenor literal, se incorporaría a nuestro sistema de formación
sanitaria la especialidad de la Psiquiatría Infanto-Juvenil. El proyecto normativo
considera esta especialidad muy significativa desde el punto de vista científico
y social, y reconoce que existe un alto nivel de consenso sobre su creación en
el sector profesional; consenso que viene avalado, asimismo, por la inclusión
de la citada especialidad en la mayoría de los países de la Unión Europea.
5) Impulsar la formación continuada de los profesionales de los centros de
protección de menores y de cumplimiento, fomentar los cauces de participación
de aquellos y adoptar medidas encaminadas a la reducción del fenómeno
conocido como “síndrome de Burnout”, en evitación de una excesiva rotación
y la consiguiente baja cualificación del personal de sustitución.
6) Favorecer la investigación en el campo de la intervención psicoterapéutica,
el desarrollo de iniciativas asistenciales, las estrategias e intervenciones
comunitarias, el diagnóstico e intervención precoz, la incidencia genética
en diversas patologías, etc., mediante la financiación, el reconocimiento y
motivación de las y los profesionales y la asignación de tiempos y recursos
suficientes.
Finalmente, y no por ello menos relevante, hemos de poner el acento en
la importancia de la
participación de las familias
en los procesos señalados.
Ciertamente, sea cual sea la medida que se adopte o la acción que se desarrolle para
la mejora de la calidad de vida y asistencial de las personas menores de edad con
enfermedad mental, de lo que estamos plenamente convencidos es que su éxito se
hará depender de la participación en su planificación, programación o ejecución de
las familias y personas usuarias de los servicios de salud mental.
La familia constituye un soporte básico para las personas menores con problemas
de salud mental
.
Son los padres y madres quienes conviven con el menor afectado,
quienes deben afrontar situaciones difíciles, quienes deben procurar unos mínimos
de convivencia -especialmente cuando en el seno de la familia conviven otros niños
o niñas-, y quienes deben procurar la búsqueda de la normalización e integración de
sus hijos.
Este panorama obliga a los poderes públicos a dirigir sus esfuerzos a crear
recursos de apoyo social y psicológico a las mismas. Sería necesario crear recursos
de apoyo psicológico a las familias, potenciando también las medidas de información
a familiares sobre la enfermedad del menor, diagnóstico, tratamiento y recursos
existentes.