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Defienden que cualquier persona, sea cual sea su nacionalidad, y sea
cual sea el lugar donde resida, tiene unos derechos inalienables que
en ningún momento pueden estar limitados o mediatizados
108
por el
binomio Estado-nación/nacionalidad. El reconocimiento y protección
de estos derechos de la ciudadanía cosmopolita correspondería a
las organizaciones transnacionales más arriba citadas. Se trataría
de instaurar un sistema global de derechos y deberes universales
independientemente del lugar de nacimiento y residencia
109
.
El cosmopolitismo no hace ilegítimo prestar atención al ámbito propio,
pero con la imposición de tener presente en todas las decisiones político-
económicas el derecho que posee la Humanidad en su conjunto a la vida,
a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.
Sin embargo, parte de la doctrina tilda de utópico al cosmopolitismo
y no le ve virtualidad jurídica-política. En esta línea, algunos autores
siguen defendiendo al Estado-nación en su versión democrática, social y
de Derecho y la cultura societal- nacional como los mejores depositarios
de la ciudadanía y de la defensa de los derechos fundamentales contra
el capitalismo salvaje de la globalización
110
. De hecho ya hemos puesto
de relieve que señalan la pérdida de protagonismo de los Estados-nación
como una de las razones de la situación de debilidad del sistema de
protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Por otra parte, Aláez del Corral considera que el cosmopolitismo
desvincula los derechos ciudadanos de la sujeción de su titular a un
ordenamiento jurídico con un ámbito territorial y personal delimitado, algo
que no comparte bajo ningún concepto
111
. Sin embargo, pensamos que la
ciudadanía cosmopolita sí que aspira a la existencia de un ordenamiento
jurídico al que estén sometidos los ciudadanos y las instituciones a la
hora de reconocer y defender la vigencia de los derechos fundamentales
108
En realidad, estos argumentos no se deben considerar como utópicos o alejados de la realidad jurídica
actual. La doctrina constitucional que se ha consolidado respecto a la existencia de derechos fundamentales
que son inherentes a la dignidad humana y que corresponden a toda persona sin ningún tipo de excepción no
tiene grandes diferencias con los postulados de la ciudadanía cosmopolita en este ámbito.
109
CORTINA ORTS, Adela; Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Alianza. Madrid, 1997.
110
RUBIO, Ana y MOYA, Mercedes; ob. cit., pp. 117 y ss.
111
ALÁEZ DEL CORRAL, Benito; Nacionalidad, ciudadanía... cit., p. 204.
Las alternativas rupturistas. La superación de la nacionalidad y del
Estado- nación como marco jurídico-político de la ciudadanía.