Versión de HTML Básico
51
LOS DERECHOS POLÍTICOS DE LOS RESIDENTES EXTRANJEROS:
LA CIUDADANÍA INCLUSIVA
III.3) Las alternativas reformistas.
Para un importante sector de la doctrina, el recorrido de la concepción
clásica de la ciudadanía no está agotado. Admiten por una parte las graves
disfunciones que para la misma han supuesto los profundos cambios
que ha experimentado la sociedad para la que fue ideada la ciudadanía
liberal en un intervalo temporal inopinadamente corto, pero por otra
afirman que con las adecuadas reformas, algunas de envergadura, su
estructura básica sigue siendo útil.
Estos autores realizan una cerrada defensa de los dos pilares de la
ciudadanía clásica. De esta manera, el Estado-nación continúa siendo la
mejor herramienta para la defensa de los derechos fundamentales de las
personas. Consideran precisamente que la pérdida de peso del Estado-
nación ha facilitado la vulneración de los derechos de las personas y los
pueblos por parte del fenómeno globalizador
55
. Como consecuencia de
esta afirmación, mantienen que ostentar la nacionalidad dominante en
un Estado debe seguir siendo la “llave” de acceso a la ciudadanía plena.
Sin embargo, estas corrientes doctrinales reconocen que la concepción
liberal de ciudadanía clásica en su acepción más ortodoxa ha dejado
de responder a las necesidades de las sociedades del nuevo milenio. La
creciente presencia estable de residentes de una nacionalidad distinta a
la del Estado demanda una respuesta social, política y jurídica.
Es necesario facilitar el acceso a los derechos ciudadanos a estas
personas que forman parte de una manera real y efectiva de la comunidad.
En aras de conseguir estos objetivos, proponen diferentes vías de reforma
y evolución de la ciudadanía clásica.
55
RUBIO, Ana y MOYA, Mercedes, RUBIO, Ana y MOYA, Mercedes; “Nacionalidad y ciudadanía. Una relación
a debate”. Anales de la Cátedra Francisco Suárez. Nº37 (Ciudadanía e inmigración). Granada, 2003, pp. 105
y ss.