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Defensor del Pueblo Andaluz
los sujetos vistos en los centros ambulatorios de salud mental, y en torno al 20%
entre los pacientes psiquiátricos ingresados.
Lo peor de todo es que, pese a la elevada incidencia de esta patología,
el sistema público de salud mental no está preparado para atender a este tipo de
enfermos. Porque sucede que el abordaje de una enfermedad crónica de larga
duración, como es el TLP, requiere de una estructura pública o semipública, ya
que los costos derivados de un seguimiento continuado de este tipo de pacientes,
que presentan un elevado número de crisis y agotan múltiples recursos de la
estructura familiar, son elevados y difíciles de asumir desde una orientación
estrictamente privada. El resultado, pues, es fácil de imaginar: el abandono a
su suerte y a la de su familia de este tipo de pacientes que, en los momentos
de descompensación psicopatológica, son recluidos en las Unidades de Agudos,
donde, en el mejor de los casos, se produce una atenuación de la crisis, para
ser devueltos de nuevo a un medio familiar estragado por la tensión y la falta de
esperanza (...)”
En demanda de programas específicos para esta patología acudió a
la Institución la interesada en el expediente de
queja 07/3747
, cuya hija de
26 años, afectada de un trastorno límite de la personalidad, contaba ya con un
importante itinerario asistencial:
“(...) ha tenido múltiples ingresos hospitalarios
por autolesiones e intentos autolíticos. De hecho, y a pesar de que el coordinador
del equipo de salud mental no estimaba que la situación de la paciente demandara
su ingreso, en la actualidad ha tenido que ser nuevamente internada en la unidad
de hospitalización del centro hospitalario de referencia.
Sin embargo estos períodos de ingreso no conllevan ningún avance,
pues al poco tiempo mi hija vuelve a estar igual. La próxima cita con su psiquiatra
está prevista para octubre sin posibilidad de adelanto, pero esta facultativa
reconoce que no sabe de esta patología, por lo que me ha instado a ¿moverme
por mi cuenta?.
He tenido conocimiento de diversos centros e instituciones que cuentan
con programas específicos para pacientes con trastorno límite de la personalidad,
de los cuales en nuestra Comunidad Autónoma hay una unidad creada en el
hospital San Juan de Dios de Málaga, por lo que solicito la derivación de la paciente
a la misma, o a cualquier otra que específicamente trate esta enfermedad (...)”.
En la
queja10/2311
tuvimos ocasión de comprobar cómo las personas
que sufren trastornos de la personalidad, pueden llegar a tener sintomatología de