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Defensor del Pueblo Andaluz
de que sean sometidos a tratamiento de la adicción, considerando que la doble
responsabilidad administrativa en la atención a estos enfermos (salud y servicios
sociales), tampoco constituía un factor que contribuyera a mejorar la situación,
sino que muy al contrario la dotaba de un mayor grado de complejidad, pues
ambas instancias tendían a descargar en la otra su parte de responsabilidad.
En este expediente, y ante la alta prevalencia de comorbilidad de
enfermedad mental y dependencia de sustancias, llegamos a insistir en la
necesidad de la integración de los tratamientos en equipos multidisciplinares con
profesionales del campo de la psiquiatría y de las adicciones.
En la
queja 09/4510
se ofrece un esquema tipo de persona enferma
mental (trastorno bipolar) y drogodependiente, que despliega una extraordinaria
agresividad en el ámbito familiar y entorno, tiene problemas judiciales, y
continuas entradas y salidas del sistema sanitario y de drogodependencia, dada
la exigencia de voluntariedad para someterse a los distintos programas, que en
absoluta acepta.
La madre nos señala que
“(...) con independencia del fracaso de todos
los abordajes que se han intentado, lo cierto es que no se ha llevado a cabo
con ella un plan individualizado en el seno del modelo asertivo comunitario que
se predica en los distintos documentos de planeamiento de Salud Mental en
Andalucía.
La situación de mi hija en la práctica es de absoluta desasistencia
por parte de los servicios de salud mental y servicios sociales, atrapada en su
enfermedad y adicción, y llevando una vida cuasi marginal “(...)”.
Por nuestra parte llegamos a estimar que el aspecto psiquiátrico que
subyacía en la paciente prevalecía sobre otras consideraciones, entendiendo que
correspondía por tanto a salud mental ejercer el liderazgo, o compartirlo con los
servicios sociales a través de un programa individualizado en el que se integren
los distintos ámbitos de intervención que se consideren necesarios, así como
hacer un exhaustivo seguimiento del mismo.
En este orden de cosas considerábamos que la circunstancia de redes
diferenciadas de Salud Mental y Drogodependencias no debía ser un obstáculo
añadido para llevar a cabo un programa de tratamiento de forma paralela o
secuencial, en la forma que mejor aconsejara su efectividad.