Página 533 - Informe_Anual_2012

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6. LAS QUEJAS
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parezcan siquiera paliar dicha escalada de acontecimientos a problemática de los
menores con trastornos de comportamiento es amplia y se trasluce en las quejas, o
más bien llamadas de atención, que los familiares realizan ante esta Institución tal
como en la
queja 12/2487, queja 12/1550, queja 12/2690, queja 12/3491,
queja 12/3621.
De igual modo en la
queja 11/4566
los padres de un menor autista, con severos
problemas de conducta, requieren centro especializado para su hijo. Relataban en su
queja que su hijo tiene tendencia a autolesionarse por lo cual requiere de frecuentes
ingresos en la unidad de psiquiatría del Hospital. Del último ingreso le dieron el alta
indicando el especialista la necesidad de seguir con las medidas de sujeción y la
conveniencia de su ingreso en un centro especializado.
Nuestra intervención en la queja la orientamos en torno a la viabilidad del ingreso
del menor en un centro socio-sanitario especializado tal como recomienda el psiquiatra
en su informe clínico. La respuesta que obtuvimos de la Administración Sanitaria, no
rebatida por la familia que presentó la queja, era que el menor estaba recibiendo los
tratamientos adecuados de parte de las distintas instituciones, siendo atendido por
el Servicio Andaluz de Salud a través de la Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil
en régimen de ambulatorio y tratando los episodios agudos mediante su ingreso
en la unidad de psiquiatría del hospital. En materia educativa el menor acudía a
un centro educativo especializado para niños con autismo en horario de mañana y
tarde, teniendo reconocida además una prestación económica por dependencia, al
considerar más beneficioso para él su permanencia en el entorno familiar.
Sobre esta problemática en la
queja 12/5148
son los padres de un menor
afectado por síndrome de Tourette quienes realizan una petición similar, mostrándose
preocupados por su conducta violenta. Tras contactar telefónicamente con el
interesado para que nos ampliara los hechos en los que basaba su queja nos precisó
que acudió a nosotros para obtener información sobre las posibles consecuencias
de una denuncia contra su hijo por sus actos violentos ante la Fiscalía. Nos decía
que la psiquiatra que lo venía atendiendo en el Hospital les había aconsejado que
presentasen una denuncia ya que resultaba inviable toda prevención ante la conducta
extremadamente agresiva que presentaba.
En dicha conversación el interesado nos manifestó su conformidad con la atención
sanitaria que su hijo venía recibiendo por parte del dispositivo sanitario público y que
no era su intención presentar una queja al respecto, sino simplemente trasladarnos
su desesperación ante la dificultad de contención de sus episodios de agresividad.
En la
queja 11/5334
se dirigió a nosotros la madre de un chico, de 13 años de
edad, solicitando ayuda en relación con sus problemas de conducta. Refería que su