Página 442 - Informe_Anual_2012

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Defensor del Menor de Andalucía. Informe Anual 2012
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diferente en función de que el menor sea también el centro de las agresiones, sea
cual sea su tipología, o por el contrario su protagonismo deriva de su condición de
testigo de la violencia ejercida contra su madre. Son menores que les toca vivir en
un ambiente con comportamientos destructivos y modelos de conductas negativas
cuyas consecuencias se dejarán sentir en su desarrollo y en su proceso de formación.
A pesar de la incidencia de este fenómeno sobre las personas menores, -al mismo
compás que lo ha hecho la atención prestada a la mujer maltratada- la asistencia
que reciben los menores expuestos a violencia de género se encuentra íntimamente
ligada a la de sus madres sin tener en cuenta que estos niños deben ser acreedores
de una atención especializada, adaptada a sus características y necesidades.
Ante esta realidad, nuestra Institución
elaboró en 2012 un Informe Especial que
tuvo como protagonista principal al menor
expuesto a violencia de género. En dicho
informe pusimos de relieve los déficit y
carencias que detectamos en el transcurso de nuestra investigación, tomando como
referencia principalmente la experiencia que nos aporta la tramitación de quejas en
que se hacía referencia a esta problemática. Por lo que se refiere a la estructura de
este trabajo, comenzamos por analizar el acervo legislativo en torno a la violencia de
género y como éste incide en la esfera de los derechos de niños y niñas.
Continuamos con un relato de las reclamaciones que las mujeres víctimas de
violencia de género presentan ante nuestra Defensoría. Aquellas se perfilan como un
magnífico instrumento para acercarnos a la gravedad de los problemas que deben
afrontar y los retos que deben superar cuando tienen a su cargo menores de edad.
Del mismo modo, y como Institución garantista de derechos, nuestra labor nos
permite valorar las respuestas de ayuda y colaboración que estas mujeres y sus
descendientes reciben de los poderes públicos.
Por otro lado, estas quejas -en muchos de los casos llamadas de auxilio- nos
muestran con toda su crudeza los nefastos efectos que las complicadas situaciones
familiares causan en las personas menores de edad, en unas ocasiones porque son
víctimas directas de los malos tratos por sus padres y, en otras, por su condición de
testigos de una violencia ejercida contra sus madres.
Además, el Informe, con el objetivo de constituir un instrumento útil para la
ciudadanía, dedica un capítulo a dar cuenta de los diferentes recursos, planes y
programas con que cuenta la Comunidad Autónoma de Andalucía para la atención
de las mujeres víctimas de violencia de género que tengan a su cargo hijos menores
de edad.
“Un informe especial para
acercarnos a una realidad: los
menores expuestos a violencia
de género”.