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Defensor del Menor de Andalucía. Informe Anual 2012
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programas específicos por su gravedad, complejidad o necesidad de tratamiento
intensivo.
En un tercer nivel de atención (y segundo especializado), se encuentra la Unidad
de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMI-J), dispositivo, que, como ya hemos tenido la
ocasión de señalar, está destinado a desarrollar programas especializados de atención
a la salud mental de la población infantil y adolescente de edad no superior a dieciocho
años.
La Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMI-J) desarrolla estas funciones en
tres modalidades asistenciales.
La primera, se realiza en consultas externas donde se atiende a los menores
que presentan problemas de salud mental y sus familias, de forma ambulatoria por
el equipo multidisciplinar, garantizando la accesibilidad y continuidad asistencial.
En segundo lugar, se encuentra el hospital de día, como dispositivo orientado a
atender a menores que, por la gravedad de su patología, requieren una intervención
especializada, intensiva y continuada. Se intenta mantener al niño, niña o adolescente
integrado en la escuela y en su medio, siempre que sea posible, adecuando el plan
de tratamiento a estas necesidades. Y en tercer lugar, cuenta con la asistencia de
hospitalización completa destinada para situaciones de crisis en las que sea necesario
el internamiento hospitalario, éste se llevará a cabo en camas disponibles y adecuadas
para estas edades.
Asimismo, junto con este modelo, la Consejería de Salud y Bienestar Social crea
una herramienta para atender aquellas patologías psiquiátricas más prevalentes, los
procesos asistenciales integrados (PAI), a los que se refería el I Plan Integral de Salud
Mental (2003-2007) y que fueron desarrollados en el periodo de vigencia de dicho plan.
Son cuatro las patalogías. Por un lado, el trastorno de la Conducta Alimentaria
(TCA), que se define funcionalmente como el conjunto de actividades de detección,
atención y tratamiento de los problemas emocionales, relacionales, psicológicos
y físicos que puedan aparece en torno a la alimentación y a la imagen corporal,
que cumplan los criterios diagnósticos de anorexia nerviosa (AN) y bulimia nerviosa
según la CIE-10 sin límites de edad. También la ansiedad, depresión y somatizaciones
(ADS), y el Trastorno Mental Grave (TMG), y en cuarto lugar la Atención Temprana:
trastorno del espectro autista. Para este último supuesto, existen un conjunto de
actuaciones coordinadas por el Sistema Sanitario Público de Andalucía que desarrollan
profesionales de distintos sectores que atienden a la población infantil, sus familiares
y su entorno, que tienen como finalidad detectar, de forma precoz, la aparición de
Trastornos del Espectro Autista (TEA) y atenderlos en su caso. Para ello, se propone
la realización de determinadas actuaciones de carácter preventivo sobre progenitores
con familiares afectados y se establece una atención integral sobre la población