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través de las migraciones deben ser integrados en la cultura dominante
a través de una asimilación lo más rápida posible y sin concesiones a
posibles intercambios o fusiones culturales
En el plano estrictamente político, el comunitarismo predica una férrea
defensa de la soberanía nacional y el autogobierno, y una oposición
cerrada a los procesos de integración supranacional y al aumento de las
cuotas de poder de los organismos internacionales.
No podemos más que rechazar de plano los comunitarismos y
nacionalismos en sus versiones más extremas por las motivaciones que en
su momento se expusieron. Tan sólo insistir en nuestro convencimiento de
que conducen a una agudización de todas las carencias que en el presente
genera la visión liberal de la ciudadanía, provocando un caldo de cultivo
muy propicio para que broten conflictos de consecuencias difícilmente
previsibles. Basta con hacer un recorrido por las situaciones de crisis
políticas más graves en el escenario mundial desde principios de los años
noventa hasta la actualidad, donde los posicionamientos cercanos al
nacionalismo y comunitarismo han tenido un triste protagonismo.
Dentro de las vías que proponen la reforma profunda de la ciudadanía
clásica, pero manteniendo sus principios básicos, la ciudadanía gradual
y la ciudadanía basada en una nacionalidad abierta ciertamente
suponen un avance respecto a la situación vigente, pero no atacan lo
que según nuestra visión constituye el principal obstáculo para una
verdadera ciudadanía inclusiva. El problema no reside tanto en que se
mantenga que el Estado-nación tiene todavía un papel que jugar en el
mundo globalizado, posicionamiento que compartimos, sino en que no
se plantean traspasar la frontera que supone cuestionar la nacionalidad
como única llave de la ciudadanía plena. Desde luego que la ciudadanía
basada en una nacionalidad abierta sí que apunta directamente el
problema de una ciudadanía de base étnico-cultural, pero su propuesta de
solución tiene un carácter paliativo o dulcificador, ya que seguiría siendo
necesario adquirir la nacionalidad del Estado para disfrutar plenamente
de los derechos ciudadanos.
Valoración de las principales propuestas de revisión del concepto de
ciudadanía.