Página 31 - Resumen Informe Anual del Defensor del Pueblo Andaluz 2012

Versión de HTML Básico

del evento, lo cierto es que en la celebración
de estas actividades surgen determinadas
cuestiones no exentas de polémicas y cuya
resolución depende de que el alumno o
alumna afectado pueda participar o no en
aquella. Por ello nos ha parecido oportuno
que la Administración educativa estudie
la viabilidad de elaborar un protocolo de
actuación general que establezca unas
pautas generales y comunes para la
realización de actividades extraescolares
del alumnado con necesidades específicas
de apoyo educativo, en especial por lo que
respecta al personal que debe acompañar al
alumno para socorrerlo en sus limitaciones y
los gastos que ocasiona este servicio.
Somos conscientes de la complejidad de
esta propuesta. Por un lado, entre este tipo
de alumnos se incluyen una gran variedad de
situaciones dependiendo de diferentes tipos
y grados de capacidades personales de orden
físico, psíquicos, cognitivo, sensorial, y dentro
en cada una de ellas se dan una infinidad
de casos distintos (deficiencias motóricas,
Es muy difícil integrar
improvisando. Resulta
muy conveniente crear
un protocolo que anticipe
respuestas para alumnos
singulares en su presencia
normalizada en las
actividades extraescolares.
integración formal
integración real
VS
Analizamos dónde llega el derecho del alumnado con discapacidad a
participar de las actividades extraescolares.
L
a integración del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en el
Sistema educativo ha experimentado importantes avances en los últimos años, pero
este optimismo no nos debe llevar a engaño, todavía queda un largo camino por
recorrer para que exista una correlación efectiva entre las proclamas legales y la realidad.
Uno de los retos está en garantizar en igualdad de condiciones el acceso a las actividades
extraescolares del alumno o alumna con discapacidad ya que, a pesar de su carácter, tienen
un importante componente educativo y, correlativamente una función educativa específica.
Traemos a colación la queja presentada por la madre de una alumna con discapacidad
física que le exigía ir en una silla de rueda, basada en que el colegio había puesto múltiples
inconvenientes para que la niña fuera a una excursión, argumentando la existencia de barreras
arquitectónicas en el lugar de destino o la necesidad de sufragar los gastos de una persona que
la acompañara para ayudarla en sus posibles limitaciones.
Contradictorias resultaron las versiones de la reclamante con la ofrecidas por el centro
escolar para quien su postura había sido de absoluta colaboración con la menor, aportando
soluciones a las distintas incidencias suscitadas con el viaje. Se argumentaba también la
disposición del personal del centro a ayudar a la alumna y a la familia en este proyecto.
Con independenciade la imposibilidadde clarificar lo realmenteocurridoen laorganización
31
2
atender las quejas