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La situación de los enfermos mentales en Andalucía. Abril 2013
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consulta. Entre las prescripciones se encuentra un medicamento aconsejado para
casos agudos de psicosis, cuya utilización para otros fines puede ser peligrosa.
A consecuencia de ello padeció un coma medicamentoso del que salió
merced a la intervención del 061. Las veces que ha acudido a urgencias tampoco
se han preocupado por hacerle las pruebas necesarias. Por todo ello tuvo que
ser llevada a una clínica privada donde tras la realización de diversas pruebas
le han diagnosticado síndrome extrapiramidal y crisis convulsivas generalizadas
secundarias a medicación, así como cierto grado de nefropatía médica (...)”.
17. 2. 7. P
atología
D
ual
La concurrencia de patología mental y discapacidad intelectual no es la
única que plantea problemas a la hora de diseñar el tratamiento de los pacientes,
y fundamentalmente el acceso de los mismos a recursos residenciales, por el
reenvío simultáneo de las solicitudes de uno a otro ámbito de responsabilidad
administrativa; pues esta situación se agrava más si cabe en el caso de coincidencia
de enfermedad mental y consumo de tóxicos, lo que se ha venido a denominar
patología dual. Y es que la dualidad de sistemas de atención, a la salud mental
por un lado, y a las drogodependencias por otro, provoca no poco desconcierto a
veces, pues se suceden las derivaciones de un lado a otro y se hace hincapié en
uno y otro aspecto como prevalentes en la situación del enfermo, marcando por
tanto la necesidad de acudir con carácter previo a una u otra vía.
En el seno de esta Institución, y concretamente en el año 2003,
presentamos un Informe Especial sobre la drogadicción en la Comunidad
Autónoma, en el que dedicamos un capítulo para el abordaje de la problemática
que atañe a la patología dual. En el curso de su elaboración realizamos visitas a
distintos recursos de atención a las drogodependencias, detectando entonces que
un porcentaje superior al 60% de los casos analizados habían tenido contacto con
los recursos sanitarios de salud mental, bien porque habían estado ingresados en
unidades de agudos de los centros hospitalarios, bien porque habían acudido a
consulta de las unidades de salud mental comunitaria.
A lo largo de todo el tiempo en el que se han puesto de manifiesto estas
cuestiones, se han venido barajando opiniones favorables al establecimiento de
recursos específicos para este tipo de pacientes, aunque definitivamente la cuestión
se ha solventado mediante el establecimiento de un mecanismo de coordinación
recogido en un protocolo, cuyo seguimiento también hemos demandado de esta
Institución en más de una ocasión.