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La situación de los enfermos mentales en Andalucía. Abril 2013
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asegurará, preferentemente, a través del Sistema Nacional de Salud”
(artículo
209.2.1 RP), -en la actualidad, a través de la administración pública sanitaria
competente en cada Comunidad Autónoma-.
Ello está en consonancia con la Rec 2006 sobre las Reglas Penitenciarias
Europeas, que establece la necesidad de que los servicios médicos de una prisión
estén organizados y funcionen en colaboración estrecha con la administración
general de los servicios de salud locales o estatales (Regla 40.1).
Desde la perspectiva del fondo, la protección del derecho a la salud
plantea requerimientos propios cuando debe desplegar sus efectos en el ámbito
de la población penitenciaria, ya que, a las patologías o enfermedades físicas
propias de cada individuo, han de sumarse las psíquicas específicas que comporta
la especial circunstancia de quienes se hallan recluidos en los distintos tipos de
establecimientos penitenciarios.
Son, por tanto, los recursos y medios destinados a procurar la salud
mental de la población penitenciaria (tanto en su fase de prevención, como en las
de curación y rehabilitación), los que a continuación van a ser objeto de revisión.
13. 2. Prevalencia
Es innegable, -comúnmente aceptado por constatado-, que toda
privación de libertad puede generar trastornos psicológicos o mentales, o agudizar
los preexistentes.
La importante prevalencia de los trastornos mentales y de las adicciones
entre la población penitenciaria, se conoce internacionalmente desde hace
décadas y ha sido destacada en numerosos estudios, en los que se corrobora que
la tendencia es la del incremento del problema.
Entre estos informes, cabe destacar, a nivel europeo, el estudio EUPRIS
de la Central Institute of Mental Health de la Comisión Europea de 2007, por ser
un referente imprescindible en materia de salud mental en prisión. En el mismo se
constata que los trastornos mentales en los establecimientos penitenciarios son un
problema creciente a nivel mundial, que no se encuentra debidamente afrontado
ni dotado de los recursos necesarios, afirmando que el 12% de los internos de las
prisiones europeas necesitaban tratamiento psiquiátrico especializado.
En nuestro país, podemos citar como referente el estudio sobre salud
mental en el medio penitenciario, elaborado en junio de 2007 por la Subdirección